martes, 8 de marzo de 2011

Huelga de Rio Blanco(Alejandro)

La Huelga de Río Blanco fue una rebelión obrera en la fábrica de tejidos de Río Blanco, en, Veracruz, México, el 7 de enero de 1907, que se extendió a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa. La rebelión de Río Blanco es considerada un suceso precursor de la Revolución mexicana de 1910.

En 1905 se fundó la Sociedad Mutualista de Ahorros que logró numerosos adeptos y el 1° de junio de 1906 se constituyó en el Gran Círculo de Obreros Libres promovido por José Neira Gómez y Juan Olivar, delegados del Partido Liberal Mexicano. En las cláusulas secretas de la constitución de dicho Círculo se estipulaba que se mantendrían relaciones secretas con la Junta Revolucionaria residente en Saint Louis, Missouri y de la cual Ricardo Flores Magón era presidente.
En diciembre de 1906, obreros textiles de Tlaxcala y Puebla se declaran en huelga para exigir mejores condiciones laborales. Para frenar la creciente organización del movimiento obrero en la región, los industriales realizaron un paro patronal  el 24 de diciembre en toda la zona industrial. Los obreros solicitan la intervención de Porfirio Díaz, quién favorece a los empresarios y ordena la reanudación de labores en las fábricas el 7 de enero de 1907, no sólo sin satisfacer las demandas de los trabajadores sino que atentaban contra la libertad de asociación y prensa de toda la vida social.

Huelga de Cananea (Alejandro)

La Huelga de Cananea fue una huelga laboral en el mineral de cobre en Cananea, Sonora, México, contra la empresa "Cananea Consolidated Copper Company" (CCCC), propiedad de un coronel estadounidense llamado William C. Greene, el 1 de junio de 1906. Este acontecimiento se considera precursor de la Revolución mexicana de 1910 y a Cananea se le llama "Cuna de la Revolución". También es la huelga más grande registrada en el mineral.
Antecedentes
Al comenzar el siglo XX, los propietarios de las zonas mineras era inversionistas extranjeros beneficiados por las políticas impulsadas por el régimen de Porfirio Díaz; por el contrario, los obreros mexicanos que operaban las minas vivían en condiciones de explotación y pobreza, con escasos derechos laborales.
Durante más de dos décadas, cualquier oposición al progreso y la paz del porfiriato era reprimida severamente, no obstante, al iniciar el nuevo siglo un grupo de opositores agrupados en torno al Club Liberal "Ponciano Arriaga" impulsado por Camilo Arriaga en San Luis Potosí y al periódico Regeneración impulsado por los hermanos Flores Magón en la Ciudad de México, no descansarían hasta derrocar la dictadura de Porfirio Díaz.
Ese grupo opositor,principalmente integrado por intelectuales y periodistas , se había exiliado en los Estados Unidos a finales del año 1903 a causa de la persecución política y la supresión de la libertad de prensa en México. En noviembre del año 1904 reapareció el periódico Regeneración, primero en San Antonio, Texas, y luego se trasladó a San Luis, Misuri. Agrupados por Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, los opositores a Díaz comenzaron a preparar la insurrección armada, tras considerar que ya no era posible transformar el sistema político mexicano por la vía legal como creían en el año 1901.
En ese contexto llegaron al mineral de Cananea Enrique Bermúdez, Jośe López y Antonio de Pío Araujo, con el fin de reforzar la agitación en la organización de los obreros, ya que no bastaría con mejorar las condiciones laborales si persistía la dictadura. Con los obreros formaron un seminario llamado "El Centenario" pero cuando los "revoltosos" magonistas fueron detectados por los guardias de la mina y tuvieron que escapar, estos ya habían establecido contacto con Esteban Baca Calderón, Manuel M. Dieguez y Lázaro Gutiérrez de Lara que conformaron la organización secreta "Club Liberal de Cananea" ligada al PLM para preparar la revolución contra Porfirio Díaz.[]

Las contradicciones del Porfiriato (Alejandro)

A partir de 1880,Las exportaciones de diversificaron y se importaron nuevas materias primas y equipo para la producción.
Si bien la mayor parte del siglo XIX transcurrió en medio de crisis y depresión económica, entre 1880 y 1910 el país vivió una etapa de recuperación y crecimiento.Se arregló la pasada deuda inglesa por lo que llegaron al país grandes inversiones extranjeras.Además en ese tiempo los ferrocarriles se desarrollaron.Éstas riqeuzas sólo beneficiaron a un sólo sector social.
En los 31 años del Porfiriato se construyeron en México más de 19 000 kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero y se impulsó la industria nacional.
A partir de 1893 se sanearon las finanzas, se mejoró el crédito nacional y se alcanzó gran confianza en el exterior, y se organizó el sistema bancario, que se invalidó durante la década de 1940, en el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río.
En este periodo se continuó el esfuerzo iniciado con Manuel González por superar la educación en todos sus niveles; hombres de la talla de Joaquín Baranda, Ezequiel Chávez, Enrique C. Rébsamen, Ignacio Manuel Altamirano y Justo Sierra Méndez le dieron lustre a este proceso que incluyó desde los jardines de niños hasta la educación superior, pasando por la formación de maestros.
Aunque Porfirio Díaz reiteraba que ya el país se encontraba listo para la democracia, realmente nunca quiso dejar el poder y en 1910, a la edad de 80 años, presentó su candidatura para una nueva reelección, la cual fue rechazada por el público obrero. Ante estos hechos, Francisco I. Madero convocó a la rebelión, la cual surgió el 20 de noviembre de ese año, y terminó con la entrada triunfal a la ciudad, derrotando al dictador.
Chihuahua fue el principal escenario de las derrotas porfiristas ya que Pancho Villa y Pascual Orozco conquistaron Ciudad Guerrero, Mal Paso, venció en la batalla de Casas Grandes, Chihuahua y la toma de Ciudad Juárez, por el Sur, Emiliano Zapata al frente de sus tropas campesinas, amagaban la capital y derrotaron en Cuautla el 5to. Regimiento de Oro (el mejor batallón del ejército foderal) aunque irrelevantes en el plano militar, fueron las batallas que facilitaron el camino de los revolucionarios hacia la victoria contra la dictadura. Habiendo tenido esos fracasos en el terreno militar y otros en el plano de las negociaciones, Díaz prefirió renunciar a la presidencia y abandonó el país en mayo de 1911.